lunes, 10 de enero de 2022

 CASI APESTA

 

Y por fin se acabaron las Navidades. Eso era lo que pensaba el día 6 mientras retiraba adornos navideños para guardarlos hasta el 6 de diciembre de 2022, recogía papeles de regalos para tirarlos a la basura y limpiaba los restos del copioso desayuno de chocolate y roscón de reyes.

Ayer había depresión generalizada en la casa, hoy empezaba el año laboral y escolar… Hoy me arrepiento de todo lo que pensaba el día 6…

Y una de las cosas buenas que trae el fin de las navidades es el cambio de estación en lo que a publicidad se refiere. Se acabaron los anuncios de juguetes y, sobre todo, los anuncios de perfumes y colonias.

Tantos años y todavía ninguna marca ha conseguido innovar en lo que respecta a su publicidad. Un par de patrones de anuncios y todos iguales.

Empezaré por los masculinos. Está el anuncio de colonia de los muy activos o casi salvajes, donde parece que el usar ese aroma te da el valor suficiente para sobrevivir en una especie de mundo post apocalíptico, a lo Mad Max.   Por supuesto, no faltan los anuncios en los que al usar la colonia la vida se convierte en una fiesta continua, imagino que más indicado para gente más joven. Y no se iban a olvidar del típico macho solitario, salvaje, intentando dar esa imagen de hombre inalcanzable. Y, como no, nunca falta la colonia o perfume con la que el tipo que la usa arrasa con el sexo opuesto.

Y en lo referente a los aromas femeninos, tampoco es que haya mucha diferencia con los masculinos. También tenemos los anuncios de mujeres activas, o casi salvajes, que pueden ellas solas, y su colonia, dominar al mundo y sus circunstancias. También tenemos las colonias que nos languidecen. De hecho, al ver la publicidad, me pregunto si venden una fragancia o un somnífero y, teniendo en cuenta la cadencia de voz que usan, tiendo más a pensar en lo del somnífero. También tenemos perfumes que vuelven al mundo en una continua fiesta y, por supuesto, ese aroma que se supone que al usarse los hombres deben ir peleándose por tus atenciones…

Y poca variedad más por contar. Igual me he olvidado de algún anuncio diferente, cosa que sentiría porque, evidentemente, pasaría sin pena ni gloria.

También hay un detalle sobre las colonias que deberíamos tener muy en cuenta. Que los anuncios te intentan vender una serie de ventajas que parece ser que consigues sólo por el hecho de usarla, pero no dejan tan claro sus inconvenientes. Decirlo, lo dicen, pero hay que estar atentos. A veces me cuesta creer que en un país donde tenemos tanta guerra con lo de hablar idiomas y que nos da vergüencilla hablar en otro idioma si no tenemos un acento perfecto, casi como un nativo, nos pasamos las navidades y pre navidades viendo publicidad de colonias en las que puede que nos dejen flipaos cuando pronuncian algunas marcas (joé, lo bien que pronuncian Channel, Dior, etc.) pero en el siguiente spot te anuncian una de Carolina Herrera o Narciso Rodríguez y ahí la cosa cambia. Y como, imagino, el doblar un trozito de spot para que al decir esos nombres no parezca que llevan un calcetín en la boca no sería demasiado complicado, pues estoy llegando a la conclusión de que, tal vez, el uso continuado de según qué marcas de colonias, podría provocar cierta disfunción fonética o, dicho de otra manera, que te debe fastidiar el frenillo de la lengua.

Otra cosa con la que no había contado mientras me quejaba de la falta de originalidad de los anuncios de perfume es que, al llegar a enero, a medida que iban desapareciendo los spots de perfumes, esos segundos los iban ocupando los anuncios de fascículos. Imagino que las editoriales pensarán en los millones de personas que, como propósito de años nuevo, se decantaron por el coleccionismo, hacer punto o montar un muñeco por partes semanales y casi a precio de piezas de Ferrari… y, en estos tipos de anuncios, lo de la originalidad, pues igual lo dejan para lanzar fascículos sobre la originalidad en la publicidad