jueves, 29 de mayo de 2014

Guardia de modales

Amos, anda. Que no me fastidien. Lo de ir haciéndose mayor tiene su puntillo. Vale, admito que también algún que otro inconveniente pero, partiendo de la base de que lo jodío es no envejecer, pues eso, a aguantarse con los achaques que van comenzando a aparecer y a aprender e convivir como si fueran colegas de toa la vida.
Y yo no se sí todo el mundo irá “creciendo" de la misma forma pero, al menos yo, intentó ir aprendiendo, aunque tampoco tengo nada claro el qué, de la vida (o lo que sea)
Claro que todas quisiéramos llegar a ser como Jane Fonda que después del aerobic nos vende cremas para las arrugas (y no contra ellas). Y la Preysler... El día menos pensado parecerá más joven que sus hijas, y su curro que le dedica la mujer a su aspecto, mi más sincera enhorabuena a usted y a todo su equipo. No, no menciono a Angelina Jolie simplemente porque ella no es mayor que tú ni que yo. Digamos que Angelina tiene masmenos la misma edad, año arriba año abajo. Lo suyo tiene truco, o envidia, ya lo decidiré. Por cierto, en caso de tíos bien puede sustituirse los nombres por Paul Newman, George Clooney o Bratt Pitt, por ejemplo.
Pero seamos sinceros, si ya a los 20 no tenías nada que ver con las niñas de Mónaco (repito, pon el nombre que quieras) con los cuarenta-cincuentatantos... pues va ser que no. Casi mejor te vas fijando en las pintas de los que siempre han sido mayores para ti. Porque yo estuve negando durante muchísimos años que Paul Newman era viejo, de hecho, creo que sigo sin creérmelo. Pero Alfredo Landa siempre fue mayor. Mayor pero con mucha clase. El Paco o el Pepe de toda la vida. Pues como tu padre, que siempre fue mayor, muy mayor. También me ocurren pensamientos de estos tan raros con personajes estrambóticos como la Esteban.  Que yo pá mi que la saco alguna que otra añada pero ella, incluso antes de empezar a ahorrarse dinero en malos cirujanos, ya me parecía mayor que yo.
Y hay otra importante cuestión ¿Por qué?
Hay gente que ves cada 15 años y, oye, que están igual. En cambio, hay gente que consigue que te des cuenta que, si para ellos han pasado los años, tu no has encontrado el Santo Grial precisamente...
Ya me doy cuenta que el cariño hace mucho, ya. Que es precisamente la gente a la que quieres mucho la que te parece que igual han hecho un pequeño acuerdo con el diablo. L resto, que cualquier sicólogo o aficionado (o Bucay) le den las vueltas que quieran que a mi me importa un güevo (si, con g).
Y eso es otra de las cosas que te dan los años, quede muchas tonterías ya te la traen al pairo. Tienes 20 tacos y te importa lo que la gente piense de ti. Que no quiere decir que te importe la gente, pero si lo que opinen. Si además lo dicen, te vuelcas en todas las opiniones sean lo más positivas posibles. A los tatantos ya has tenido tiempo de sobra para aprender que no siempre te va a gustar lo que los demás piensen u opinen, empieza a no importante y has empezado a aprender a ser persona. A partir de los cuarentatantos ya eres tú ( o deberías). Ya has visto y vivido muchas cosas en la vida y esto es lo que eres. No es que el carácter se acentúe, es que pasas de ciertas “formalidades"   Has aprendido a alejarte de los malos rollos. Pá lo que te queda en el convento... No, no te cagas dentro, con perdón, es que buscas disfrutar de lo que hay.
No eres Bill Gates ni te va a tocar la loto. Busca disfrutar. Está claro, el que no curra, quiere trabajo. También podrían aprovechar esa mala leche que sólo la edad es capaz de proporcionarnos. Yo no diría que nos hicieran polis (con todos mis respetos sr. Madero, Pitufín o Picoletoloqueustediga y, si es menester, yo me bajo los pantalones o lo que haga falta), pero ¿y una especie de guardia de los modales?
Imagina que al cumplir cierta edad, lo mismo ue te dicen que te hagas una mamografía, o un exámen de próstata, te hicieran un test de mala hostia. Que lo superas, plaquita al canto y guardia de modales. Esto no se trata de levantarte cada día, ponerte un uniforme y tirarte ocho horas al día apatrullando la ciudad, haga frío, calor o caigan los chuzos de punta. Eso se lo dejo al Sr. Madero, Pitufín o Picoletoloqueustediga. No. Esto se trata de que, de la que vas haciendo tu vida rutinaria, ná más detectas un “comportamiento inadecuado", puedas sacar tu plaquita de guardia de modales y actuar oportunamente. Pongamos ejemplos, que no todos lo van pillando. A ver, vas paseando tranquilamente y pasas por una parque o lo que sea que haya bancos donde la gente se pueda sentar. Hay un grupo niñatos hartándose a pipas y, evidente, no llevan un cacharrito/bolsita/periódico/revista y las cascaras van al mismo sitio donde solías ponerlas tú cuando te sentabas en ese banco con tus colegas. Si tienes memoria te acuerdas de que, de toa la vida, las cáscaras de pipas s'ha tirao al suelo. Pasas del tema y sigues tu camino. Pero si has perdido la memoria y nivel de mala leche está entre los niveles normales a tu edad, les sacas la plaquita de marras, les metes cuatro guantás y aparte de limpiar las pipas te retiran todos los chicles pegados bajo el banco. Es posible que llegues a recordar la antigüedad de esos chicles, pero te la pela y los chavales limpian el parque como jamás han limpiado su cuarto. Otro. Llega el buen tiempo. Abres las ventanas y ahí acabas, tirado delante de la tele, lo más cerca posible de la ventana. Y llega el imbécil de turno con la música a toa galleta. Pues tú, haciendo un esfuerzo que quizás sea inadecuado a tus circunstancias personales, te levantas y vas hacia la nevera. La plaquita obliga y eres capaz de trasguedir tus más sagrados principios, la moralidad lo es todo, eres capaz de haber hecho ese esfuerzo y en vez de arramplar con la Mahou, tu mano levanta una especie de tapa de plástico y coges un simple huevo crudo. Vuelves a dirigirte hacia esa ventana que te proporciona esa fantástica brisa primaveral y no para disfrutar de ella sino para, plaquita obliga, hacerle entender al idiota'l coche, y sin desgañitarte en el intento (recuerda, tus cuerdas vocales ya no son lo que eran) que su música puede no ser del gusto del vecindario y el volumen quizás no sea el apropiado. Nada que ver cuando, el otro día ná más, ibas por ahí con el coche viejo de tus padres y haciendo ya todo lo posible para llevar a tus cuerdas vocales a su estado actual y diciéndole al mundo, sacando la cabeza por la ventana del buga, que estabas loco por incordiar y que ibas a ser el enemigo disparando pan de higo. Claro que, si tienes memoria te acuerdas del último ticket del súper y mejor vuelves a guardar el huevo pá la tortilla de mañana.
Y un último ejemplo (si, ya acabo) No hay como ir de peatón para darte cuenta de lo burros que somos conduciendo. A ver, animal, que vas hablando con el móvil y casi m'has atropellao, y encimas me miras mal, como si de pronto yo me hubiera tele transportado a este paso de peatones. Como te saqué la plaquita te vas a enterar.
¿Qué te sacas la plaquita?

domingo, 11 de mayo de 2014

¡EUROVISION 2014!

Anoche fue el festival de Eurovisión. No, no tuve valor suficiente para verlo, digamos que mi nivel de masoquismo se queda en el primer tomo de las sombras de Grey, y leerlo ya fue una ardua tarea. Ya que no había manera de ver algo entretenido en la tele, pues pusimos las votaciones. Además, si un sábado por la noche pones un peliculon en la tele, verás buen cine pero tendrás muy poca o ninguna conversación con nadie que esté junto a ti. Lo dicho, a ver las votaciones, que dan mucho de sí.
Llegue a ver alguna canción, y digo bien. Porque escucharlas... va a ser que no es mi estilo. Ni siquiera las recuerdo. Pero el escenario era increíble. El premio se lo deberían llevar los responsables de esas escenografías. Muy, muy bien hecho.
Y empezaron las votaciones.
De entrada, es bastante alucinante como, ya no sólo el presentador, de cuyo nombre quisiera acordarme, sino que uno mismo, ya va acertando las puntuaciones. Sin haber oído las canciones ya se sabe entre que países se van a votar, y no falla casi nunca.
Este año se presentaba, por Austria, Conchita Nosequé. La tal Conchita es una tía barbuda pero que es un tío. Claro, esto, de entrada, ya da el cante, y nada mejor para un festival de canciones que dar el cante. Antes de empezar las votaciones ya pensé, esta o arrasa o la vota sólo su familia. Recuerdo, no había visto más que alguna de las últimas canciones, y sin oirlas. En cuanto comenzó a votar el primer país ya pensé que arrasaría, y así fue.
Bueno, terminó el festival y pusimos “Máximo riesgo”, una de las mejores pelis que hay para dormir.
Hoy me di cuenta que pensaba que igual Conchita ganó por los pelos (perdón por el chiste malo) así uque, antes de empezar a criticar sin saber de lo que hablo (algo bastante habitual, lamentablemente) decidí mirar en internet. Primero miré la actuación de la española. Pues bien, vale. Tampoco puedo decir mucho. No es mi estilo de música pero esto es Eurovisión. Una canción muy mona. Vista España, a ver la canción que ganó. Me quedé de piedra, se confirmó lo que no quería pensar. Ya sé, no es mi tipo de música, pero yo diría que la española, tanto la canción como la intérprete, eran bastante mejor que la canción ganadora, pero sin barba y sin decir que ha renacido como el Fénix. En un auténtico ataque de friquismo, decidí ver la que quedó en segundo puesto. Bueno, pues se acerca algo más a mis gustos musicales,  claro que yo siempre he sido muy yanqui en mis gustos musicales, pero esto era Eurovisión. Y, ya que estaba, a ver la tercera. Pues del mismo rollo que la española o la que ganó, pero más sosa aún.
No, ya no pude seguir viendo más. Puede que te parezca friki que me haya dado el puntazo de Eurovisión, pero tu sigues leyendo así que no critiques...