lunes, 21 de octubre de 2013

Maldita pereza

Si es que no se por qué lo hago. Es acabar de ver un telediario y necesito lo menos tres horas para intentar bajar un poco el grado de mala leche que me sube. Intento psicoanalizarme y he llegado a la científica conclusión de que debo tener un gen masoca pegao a la neurona con cemento porland, lo menos. Además, si ya sé lo que van a decir, no hacen más que hurgar en la herida una y otra vez. Que sí Bárcenas y la Cospedal, el marido de la Cospedal, UGT y sus lapsus contable a costa de los curritos. Rajoy diciendo una estupidez tras otra, el IVA que se está cargando la música pero no afecta al fútbol ni a las revistas porno...
Hoy el notición es la sentencia del tribunal de Estrasburgo sobré la doctrina Parot. Sentencia que, curiosamente, confirma la sentencia del tribunal Constitucional pero que ningún gobierno se atrevió a acatar porque las asociaciones de víctimas hacen mucho ruido en la prensa. Ah, no, que me olvidaba. Lo he escuchado en la tele. Que lo de la sentencia de Estrasburgo es culpa de Zapatero.
Dios de las alturas, o queridos Reyes Magos, da igual, algo que haga cumplir mis deseos: quiero un Zapatero en mi vida.
Que tengo un mal día, culpa de Zapatero. Que hace calor, culpa de Zapatero. Que me sale un grano en el culo, culpa de Zapatero. Que revienta la burbuja inmobiliaria creada por Aznar... Sí, culpa de Zapatero.
Y si no fuera tan vaga, aparte de una completa analfabeta en redes sociales y modernidades varias, crearía un algo de eso que se hace en esos sitios, pidiendo que pongan el aviso ese de que van a herir la sensibilidad del espectador. También es verdad que podría haber cambiado de canal y poner el canal cocina, que falta más hace, pero no encontré el mando y soy demasiado vaga para buscarlo.